Además en estas viñas, se están haciendo diferentes protocolos de abonado, en función de las texturas de los suelos y su composición química, adaptando las formulaciones, más o menos ácidos húmicos, más o menos azufre, carbonatos, ... según lo que queremos que se active o neutralice en estos suelos.
Como repetimos constantemente, la gestión de los suelos no puede estar definida por una fórmula universal, hay que adaptarla a cada condición de cada viñedo, y no será permanente, sino que habrá que modificar en función de los años y de su evolución.
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