Las yemas del sarmiento que se han desarrollado a lo largo del verano, ya tiene configurada la máxima producción potencial que tendrá este. a lo largo del crecimiento del sarmiento en el verano, también se han ido desarrollando las yemas que brotarán el año que viene y en esta ya se han diferenciado las células que van para fruto y aquellas que irán a crecimiento vegetativo, es más si ahora mismo (otoño) abrimos estas yemas y con conocimiento y algún aparato de precisión (lupa o microscopio) podríamos llegar a ver los frutos que hay configurados en esa yema, incluso su tamaño potencial.
Es por esto que cuando tenemos variedades o clones muy productivos, el año que produce mucho, tiene más opciones de pasar un estrés moderado o grave los meses de verano, que es cuando más le exige la producción y por tanto las nuevas yemas que se están formando, recogen esa información y se diferencian muchas menos a fruto, por lo que el año que viene la producción será baja.
No obstante si a este mismo viñedo, le hacemos aportes de agua y nutricionales suficientes para que no exista estrés alguno, las yemas tendrán una diferenciación "normal" hacia la producción de fruta el año próximo
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